El Rallye de Coches Antiguos del Valle de La Orotava, que así se denomina este singularísimo número de las Fiestas, es no sólo un espectáculo fiestero de extraordinaria categoría sino, además, toda una antológica exposición de modelos automovilísticos de pasados épocas que, en la jornada en que salen a la luz y la curiosidad públicas, despiertan la entusiasta curiosidad y el general interés. El Rallye en sí se lleva a efecto con la participación de una treintena de estos automóviles «abuelos» que, partiendo de la ciudad turística de Puerto de la Cruz, hacen un amplio recorrido por las localidades del Valle de La Orotava. La expectación y simpatía que su paso despierta resultan indescriptibles. Cada uno de los vehículos acoge a conductores y pasajeros rigurosamente ataviados según la moda imperante en la época a la que el automóvil pertenece.
Una vez más se da la nota de arte y depurado buen gusto en esta manifestación festivo-deportiva. La singular prueba automovilística se disputa, medio en broma y medio en serio, por categorías y potencia de motor de los que en ella participan. No se olvide que hay automóviles presentes que, a todo gas, alcanzan velocidades máximas de 40 kilómetros por hora... También se hace entrega de premios y distinciones a los ocupantes que mejor y más lujosamente luzcan sus atuendos pretéritos. Este Rallye, ya en su segunda edición, se debe en gran parte a la iniciativa de un gran enamorado de los modelos de coches antiguos, don Ismael Hernández, y como hemos indicado resulta de una vistosidad y de un interés fuera de toda duda.
(Fuente: "Las Fiestas de Invierno del Puerto de la Cruz" - Costa Canaria - 30.03.1974)
